El lector sabe.
A lo largo de casi dos décadas La Voz ha utilizado el
respeto como arma y un lenguaje amplio y claro como herramienta para comunicar.
No evadimos pues la responsabilidad por el título que surge
casi textualmente como interrogante imperativo con bronca por encontrarse los
ciudadanos cada dos años entre la ESPADA del Intendente Descalzo pidiendo que
lo voten otra vez y la PARED donde invariablemente no muy distintos candidatos
ofrecen una alternativa que no convence ni entusiasma.
Cierto Es también que la mayoría de los vecinos se informan
mucho más por los medios nacionales que por lógica van a privilegiar lo que
pasa con candidatos a presidente y gobernadores, dejando de lado a los
periodistas y comunicadores zonales que por cercanía y conocimiento conocen a
los que se pelean por ser sus concejales e intendentes.
Está todo muy bonito… pero ¿a quién carajo votamos? Siguen
preguntándose nuestros convecinos.
Más allá de no tener empacho en involucrarnos muy poco es lo
que tenemos para sugerirles, sí acercarles como en cada elección desde que
somos distrito, toda la oferta de cada uno de los candidatos: sus acciones,
publicidades, folletería y todo el cotillón de una campaña que ya comenzó con
un derroche de volantes, trípticos, afiches y alguna que otra rencilla
callejera.
Dentro de esta oferta el vecino encontrará al que le grita,
al que le susurra, al que se ocupa de denunciar los desaciertos de Descalzo, a
los que tienen propuestas innovadoras, al que dice que el peronismo está con él
y no con el Intendente, y también al que no denosta y tampoco tiene mucho nuevo
por decir.
Claro que al describir lo que pasó en Ituzaingó en las
últimas 8 elecciones… a quien esto escribe se le presenta idéntico
interrogante: ¿A QUIÉN CARAJO VOTAMOS?
¿al más desconocido?
¿al más lindo en los afiches?
¿al que está más lejos de Descalzo?
¿al más denunciador?
¿a un frente para sacarlo a Descalzo?
¿a alguien con experiencia municipal?
¿A Descalzo, porque más vale malo conocido?
Notará el lector que no menciono candidatos porque
coincidirá conmigo que antes de darle 4 años de mandato, debería usted
empaparse un poco acerca de quién es cada uno.
Lo desafío ¡CARAJO! Ahora sí a que intente abrirse paso a
través de escritorios y militantes para mirar a la cara a los que han tenido la
osadía de ponerla para cumplir una función pública.
DE USTED DEPENDE.
El número de celular de cada uno de los candidatos está a su
disposición para saber más de ellos y para no llegar a octubre preguntándose
¿POR QUIÉN CARAJO VOTAMOS?
Daniel Jorge Galst